Diario de una encerrona
Dorran [@] [www]

DÍA 1º

Hay días en que uno se levanta con los cables cruzados. Hoy ha sido uno de esos días. Recién llegado a la redacción del Tiriti he ido directo al baño. No tenía necesidad de hacer aguas menores ni mayores; no tenía idea de porqué me he acomodado en la taza del water ni de porqué varias horas después continuaba allí, con los pantalones bajados y en pose poco digna. El caso es que, una vez allí, no he visto la necesidad de abandonar dicho lugar ni dicha pose.

Y aquí ando, encerrado en el baño a cal y canto. Todavía no sé muy bien qué es lo que pretendo pero ya tendré tiempo para pensarlo. Por el momento voy haciendome al sitio. Dada la imposibilidad de mover la taza del water, he decidido usarla como eje central a la hora de distribuir los accesorios: el Oliver(tti) frente a mí y la nevera dentro de la bañera. Yo en mi trono y prescindiendo de ropajes superfluos: en pelota picada y esperando acontecimientos.

DÍA 2º

Esta noche he extrañado un poco la cama, pero mi culo comienza ya a coger la forma de la taza y poco a poco me voy encontrando más cómodo. Creo que podría permanecer aquí toda la vida. De todos modos he estado pensando que no estaría de más aprovechar la actual situación para reivindicar algo, no sé... La noticia de mi encierro ha comenzado a correr por el vecindario y sé que pronto vendrá la TV, por eso creo que debiera prestarme a alguna ONG o causa solidaria (previo pago, claro). Esto puede ir para largo y la publicidad en estos tiempos que corren se paga. He acondicionado el alicatao detrás mío para poder colocar una pancarta o slogan. Estoy dispuesto a reivindicar cualquier cosa, no tengo prejuicios. El mejor postor se llevará la ganga. Ya veo los titulares: "Un majadero se encierra en su cuarto de baño reivindicando la independencia de Islas Feroces". Suena bien, ¿no? Pues ya saben, si tienen una buena causa por la que luchar yo soy su voz cantante (no menos de siete cifras, plis).

En otro orden de cosas les diré que esta mañana a venido a verme mi madre para hacerme desistir de mi actitud. Y casi lo logra, no crean. Y es que madre sólo hay una. Ná más que recordar sus palabras y ya se me ponen los pelos de punta de gallina avecrém chup, chup:
-¡¡O sales de ahí o te saco yo a hostias!!, ¡¡chalao!!
-Mamá, que esto es cosa de principios.
-¿Principios?, te voy a dar yo a ti principios... ¡Abre la puerta!

Y es que ya saben ustedes lo que es el amor de madre. En fin, voy a encargarme una pizza por internet y aluego echaré una cabezadita. Pueden mandar sus solicitudes de reivindicación al e-mail de la revista, a vuelta de correo les mandaré mi número de cuenta corriente. Y ya saben:

¿Tienen algo que reivindicar?, ¿algo no les gusta de este mundo Facundo...?
¡¡Reivindicaciones Tiriti Traun Traun es la solución!!
Para que reivindique... ¡cómodamente!

DÍA 3º

Al tirar de la cadena el agua me salpica. Pero estos son males menores y se hacen llevaderos al saber que mi actitud ha de lograr dos grandes objetivos, a saber: reivindicar una causa justa (o no) e incrementar mi cuenta. Hasta el momento he recibido tres ofertas por mis servicios pero las cifras todavía no terminan de satisfacer mi curiosidad. La de "Taxistas sin fronteras" me llama la atención, pero espero mejores ofertas. Hoy han llamado de "Radio Zaragoza" y han quedado con pasar a hacerme un par de preguntas. El asunto va viento en popa. En otro orden de cosas hecho de menos bajar al bar de la esquina, pero los amigotes me han dicho que subirían en cuanto tuviesen un rato libre para que les insultase un poco, que todo fuese por la causa y que:
-¡Ánimo, chaval, que estamos contigo...!

No sé... llevo dos días de encierro y ya siento este WC como mi hogar.
Anoche escribí esto:
ODA AL WC
¡Oh, taza!
¡Oh, bañera!
¡Oh, escobilla!
¡Mi vida, mi causa!
Quizás esta situación me afecte más de lo que pensé en un principio... debo ser fuerte.

DíA 4º

Primero puntualicemos y seamos serios:
-Desmiento toda (des)información vertida desde Radio ZaraGoza. Desde hace dos días sólo hablo para Radio Cadena del Water. Cualquier comentario que no venga de este medio de información o de mí mismo, carece de toda veracidad.

-"No Claudico" (¿o era Yo Claudio?) es el nombre de una serie que yo jamás seguí, mis principios morales no iban más allá de "Dallas" o "Dinastía".

Y puntualizado esto, paso a comentarles:

El grifo del lavabo comenzó a gotear ayer sobre las 7:30...el muy joputa... a intervalos de 1,65 segundos. Me es imposible reproducir la onomatopeya que produce la jodida gotita, los miles de jodidas gotitas que ya han caído, es algo asín como: clack, o plaf, o jódete-cabrón-me-vas-a-soportar-hasta-que-salgas-de-aquí. Y así todo el día, oigan, cada segundo y pico la gotita que cae: clonc, clonc, clonc... Los de Hidráulicas van dados si esperan que les reivindique nada. Total, que entre la(s) gotita(s) dichosa(s) y el porro de palmo y medio que me fumé, caí en un estado místico de cojones del que ya no salí en todo el día. Y recordé...

"El jardinero se afanaba en plantar el césped y en regarlo todas las mañanitas. Nosotros, por nuestra parte, nos afanábamos en darle al balón sobre aquella alfombra verde... Y no transcurrían ni 5 minutos cuando ya veíamos venir al jardinero Carmelo, corriendo hacia nosotros azadón en mano:
-¡¡¡Us voy a matar, cabrones!!!, ¡¡¡salir del cespedddddd!!!

Y salíamos, ¡a ver qué vida!, corriendo, para más detalles. Y el ritual se repetía día tras día, día tras día... y casi que aquellos 5 minutos de fútbol prohibido nos bastaban para sacarle todo el partido a una vida de la que odiábamos casi todo: el colegio, los padres, los hermanos mayores... y -sobre todas las cosas- al jardinero Carmelo.

Un día el susodicho colocó carteles en todo el perímetro de su "obra" en los que ponía: PROHIBIDO PISAR EL CÉSPED. Nosotros no entendíamos aquello, nosotros creíamos que un césped no pisable no era ni césped ni leches, creíamos que el césped era para pisarlo, para pasearlo, para jugar al fútbol sobre él, para tumbarse en él a escuchar crecer la hierba, para que los niños se revolcaran y los menos niños se dieran revolcones, para amarse o para follar (como ustedes prefieran)... Cualquier cosa menos para prohibirlo pisar.

Y aquel día de los carteles sentimos más que nunca la llamada de la selva, y es que el jardinero Carmelo no entendía a los jodidos niños que entonces éramos. Aquellos carteles lo que a nosotros nos decían era: ¡¡adelante!!

El balón rodó césped adentro, y nosotros tras él. Pero el jardinero Carmelo estaba acechante, esperándonos y odiándonos. Aquel día se me inflaron las narices y no eché a correr, planté el balón en seco bajo mi pie y retrocedí un par de pasos... Le vi venir:

-¡¡¡Us voy a matar como no salgáis de mi cespeddddd!!!

Fue justo cuando estaba a nueve metros de mí cuando lancé el mejor penalty que jamás he lanzado... y eso que el jardinero Carmelo me lo paró... con las narices, eso sí. Y encima se revolcó ¡sobre "su" césped!, ¡sería hipócrita!

No le volví a ver, jamás regresé a su césped. Al fin y al cabo aquel día había dado un paso adelante; había dejado atrás al niño que huye y había dejado entrar al adolescente (que adolece) y que se revela y que se planta. Y ya saben ustedes que con la adolescencia llega el bendito "sexo, drogas y rock and roll" y entonces uno ya no está por juegos tontos como el fútbol."

¡Uf!, y es que un porro bien liado da para mucho... mañana les cuento.

DÍA 5º(creo)

Comienzo a pensar que este proyecto del encierro me ha superado: la TV todavía no ha venido (ni creo que lo haga) y yo no ando más que pensando en calzarme unos vaqueros y lanzarme a recorrer bares, tugurios y demás antros de perdición. El baño está bien pero de todo se cansa uno. Más aún cuando no se logra hallar la causa de reivindicación adecuada. Ayer me encontré a mí mismo leyendo una vieja "Atalaya" que un día dejaron por acá unos Testigos de Jehová y llegué a la conclusión de que este encierro no es muy bueno para la poca salud mental que me queda. No sé si me entienden... yo reconozco que tanto el "Atalaya" como la etiqueta de un champú cualquiera son buenas lecturas para un momento de apretón y de sentada en la taza, pero lo mío es un encierro y debiera andar leyendo por lo menos a Proust o el jodido "Ulises" de Joice. Y sin embargo me encuentro ayer leyendo la "Atalaya"... Y no es normal. Aunque por otro lado tampoco es muy normal leer el "Ulises". Yo parto de la base de desconfiar de toda persona que dice haber leído el "Ulises"... ¡por mentiroso!

No sé..., creo que finalmente voy a aceptar los mil duros que mi madre me da si desisto de mi encierro. Además los domingos hace paella y eso es algo sagrado.

En fin, ya les cuento.

DÍA 6º

Esto se acaba, uno reconoce haber hecho muchas estupideces a lo largo de su vida... recuerdo nítidamente la ocasión en que reunidos los amigotes de mi padre en casa viendo un Barça-Madrid, bebiendo cervezas como cerdos, me planté delante del televisor y les solté que aquella escena era vomitiva y que más les valía estar en sus casas preocupándose de la educación de sus hijos, futuros delincuentes... Contaba entonces 10 años y aquella noche me acosté caliente... a ver, ¡qué vida!. Con 14 años me empeñé en hacer un curso de "Fontanería" por correspondencia... y con 18 me hice mayor de edad legálmente. Lo dicho, en estupideces tiene uno mostrada experiencia, pero creo que lo de esta semanita ha barrido anteriores marcas. Me piro de aquí inmediatamente. A lo largo de este encierro me he dado cuenta de que espero de la vida cosas mejores que este baño. Ahora sueño con sueños mejores: con los WC de unos grandes almacenes, sin ir más lejos.

En fin, que me piro (papiro), que se acabaron las gilipolleces (por hoy) y que el joputa del Oliver(tti) tiene suerte de que su cabezón no entre por la taza de este water que ahora mismo abandono, que estoy abandonando, que me estoy poniendo ya en pie, que ya me estoy largando...

 

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