Venezia
Miguel [@] [Futuro imperfecto ]

Iba de mi brazo y noté como se sobresaltaba.

- ¿Lo has visto, verdad? –le pregunté.

- Sí.

- ¿Qué hacemos?

- ¿Es él?

- Marta, ¿qué dices? Estábamos con él cuando murió. En el hospital.

- Mira sus gestos, y su pelo. Y como se mueve.

- Vamos –dije, tirando de Marta.

Seguimos a aquel hombre. Las calles estaban llenas de gente, turistas como nosotros la mayoría. Al cabo de un rato ya no sabíamos donde estábamos, nos habíamos perdido. Entonces el hombre se paró a comprar un periódico.

- Tengo que decirle algo –dije.

Nos acercamos al hombre y le pregunté: - Scusi signore. Credo que nos hemos perdido, siamo persi. Stiamo buscando il nostro hotel. Se chiama hotel Panada, é a San Marco. - Certo! E molto vicino. Scusi, signorina, ma...Lei sta bene?

El desconocido miraba a Marta, que se había puesto pálida, la cara descompuesta. Ella echó a correr y se metió en un restaurante, camino del servicio.

Le pedí disculpas al desconocido y me fui tras Marta. Aquel hombre era el vivo reflejo de su padre, que había muerto hacía unos meses tras una corta enfermedad. Todavía estuvimos unos días más en Venecia, y todo ese tiempo Marta y yo, sin decirlo, estuvimos buscando a aquel desconocido, al que no volveríamos a ver.

 

hospital | Scusi signore | El desconocido

Faro

Puente

Torre

Zeppelín

Rastreador

Nuevos

Arquitectos