LOS
JARDINES EN LA CULTURA ROMANA. ESTRUCTURACIÓN
Y FUNCIONALIDAD La importancia de los jardines en la vida social romana está vinculada a la evolución de las casas, sus peristilos y otras partes como los triclinium, etc... Para poder entender este hecho deberemos que tener en cuenta los inicios de la cultura romana, su expansión económica, su importante vida social, y su "demostración" de clase social a la que pertenece esta élite aristocrática con sus consiguientes rituales sociales. |
Durante los doce siglos que dura la historia de Roma, la casa romana sufrirá una serie de transformaciones fruto de la evolución, los contactos con otras culturas y sobretodo de un aumento progresivo de la economía y de una parte concreta de la sociedad, la aristocracia. |
Así se tiene que entender la evolución del elemento más importante, las casas y sus diferentes tipologías. En un primer momento tenemos las cases sencillas (taberna) que acabarán evolucionando hacia el bloque de pisos que encontramos en ciudades como Ostia (Italia), etc... Poco después, y debido al aumento del nivel económico de los propietarios, tenemos las llamadas casas de patio lateral o de estructura en L, y para entenderlo un claro ejemplo son las dos primeras fases de expansión de la casa nº 2 de Ampurias (España), que responde a 3 fases de expansión a lo largo del siglo I d.C.
CASAS 2A Y 2B DE AMPURIAS EN SU ESTADO INICIAL; MAR, R. & RUÍZ DED ARBULO, J. (1993); Ampurias romana: historia, arquitectura y arqueología, Ed. Ausa DL, Sabadell. |
PRIMERA FASE DE EXPANSION DE LAS CASAS 2A Y 2B DE AMPURIAS MAR, R. & RUÍZ DED ARBULO, J. (1993); Ampurias romana:
historia, arquitectura y arqueología,
Ed. Ausa DL, Sabadell.
En un primer momento, cuando la muralla de la ciudad ya había sido derribada para las reformas augusteas, la casa se extiende sobre ella ocupando la parte de delante y la correspondiente a la de la casa 2B, delimitando así sus dominios formando la llamada estructura en L. Sobre el antiguo hortu(nº1)s se edificará un gran peristilo cuadrado(nº2) que cierra el jardín. En el fondo de este peristilo se puede observar un gran oecus (nº3) (sala de recepción o reuniones), articulado con el porticado. |
Al mismo
tiempo se crea una fachada (nº4) dirigida al jardín, desde donde se
abrirán una serie de habitaciones. Al jardín posterior se accede a
través de unos pasillos que se intercalan entre la sucesión de salas
abiertas hacia el mar y hacia los jardines. La cubierta del oecus
se abriría sobre la zona del peristilo que le precede, generando así
un vestíbulo que formaría parte al mismo tiempo del oecus y del
peristilo. La columnata
de delante seguiría el ritmo de la obertura del oecus, haciendo
desaparecer los apoyos delante del mismo (nº 5), una solución normal
en les casas de peristilo similares a las de Pompeia, Italia (Casa de
los Vetii o la de Meleagro, que además también responden a este
ejemplo de expansión horizontal que podemos encontrar en las
construcciones arquitectónicas utilizadas en la zona central de Italia
en épocas del helenismo tardío). La primera expansión de la casa 2A bloqueó las posibilidades de crecimiento de la casa 2B, esto hizo que más adelante la casa 2A se volviera a expansionar. La segunda expansión determinaría la ocupación del hortus vecino con un gran conjunto formado por un oecus ceremonial y un pequeño balneum privado (zona nº6). Funcionalmente, el conjunto edificado corresponde a los elementos antes citados: el conjunto peristilo-oecus y el conjunto termal. |
La asociación funcional que se produce entre el gran oecus,
las dos salas que lo acompañan lateralmente y el peristilo, permiten
reconocer en este conjunto un complejo ceremonial ligado a la práctica
social del convivium, una de las otras funciones de los jardines
en las casas romanas.. En esta tercera fase el espacio del peristilo se
articula con el gran oecus mediante un triple ventanal de planta
curvilínea (nº7). El conjunto esta formado por tres salas colocadas en hilera y relacionadas mediante una sucesión lineal de los accesos; estos se situan desplazados respecto al eje del conjunto para reforzar un recorrido en zig-zag (nº8). La primera sala correspondía a un vestuario (nº9), la segunda era el templarium(Nº10) y la tercera el caldarium (nº11) (en esta habitación se han conservado caídas algunas de las dovelas de la estructura con bóveda de la sala). |
Después del caldarium venía la zona de servicios con el prefurnium
o horno (nº12), que calentaba el caldarium a través de un
desaparecido hipocausto (una
cámara con columnas que sostenían el suelo sobre el que se pisaba y
por donde circulaba el aire caliente que producía el horno).
Después de las casas de patio lateral tenemos las casas de patio
central, el cual funcionaría como distribuidor, a diferencia del
posterior peristilo que sería un lugar de paseo cubierto.
Y finalmente ya llegamos a la conocida casa de atrio romana. El origen
lo podríamos encontrar, como nos dice Pelletier, en las tumbas de Caere,
de finales del s. VI a.C., los muros del fondo de la cámara principal
de las diferentes tumbas tienen tres oberturas, anuncian el muro de
separación entre el atrium de una parte y el tablinum y
las dos salas de la otra. La cámara principal prefigura pues el atrium
de la llamada posteriormente
casa itálica, un grupo de habitaciones agrupadas entorno de un espacio
central cuadrado. Varrón nos
comenta, por otro lado, que la palabra atrium proviene de la
ciudad de Atria y que su origen podría ser etrusco, teniendo así el
primer tipo de atrio llamado tuscanium al cual en un inicio se le
atribuye una función funeraria. El atrium evolucionó hasta
llegar a su aspecto
final, ya que primitivamente no estaba abierto, las salas, que Vitrubio
llama cavaedia, serán llamadas testudinatum por su
original forma de caparazón de tortuga (testudo). Hacía el s.
VI a.C., en el techo se abre un orificio rectangular, conservando la
forma que permite expulsar el agua al exterior, es el cavaedium
dipluviatum (Vitrubio); esta obertura central o compluvium
permitirà recoger las aguas de lluvia en una cisterna adyacente que
encontraremos en el impluvium. Dentro de
las diferentes tipologías de atrio, la arqueología nos ha confirmado
cinco tipos: el atrio toscano, el tetrástilo, el corintio, el displuviatum
y el atrio testudinatum. Hay también una variante del atrio
conocido como viridarium, un jardín adornado con pórticos,
acompañado de dos alas gemelas a cada lado del “atrio” donde el señor
de la casa recibía las audiencias.
A partir del siglo II a.C., las domus romanas se engrandecerán y se
modificaran debido a la adopción de elementos estructurales característicos
de las casas helenísticas provinentes sobretodo de Grecia y Asia Menor. Nos
encontramos en el momento inicial de la expansión romana por el
mediterráneo, una vez se ha acabado con el peligro cartaginés, que
permitirá un aumento económico de las clases aristocráticas, que irán
helenizándose y sintiéndose atraídas por el refinado lujo oriental.
Esto llevará a una expansión en horizontal de las casas, añadiendo
casas adyacentes (llegarán a ocupar ínsulas o manzanas enteras), y que
a pesar de conservar las estructuras iniciales, sufrirán algún cambio
importante. El viridiarium pierde su función de hortus y se
queda sólo con la de jardín, cogiendo una importancia relevante, con
un grupo de habitaciones o salas que la rodearán. El nuevo peristilo que se hará rodeará este jardín, que tendrá algunas fuentes o alguna piscina y que servirá para pasear, viendo aquí pues como se va desarrollando el jardín como una parte importante de la vida social romana. Muchas veces este peristilo no rodeaba las cuatro partes del jardín sino que era en forma de U, teniendo una pared en uno de los laterales, que muchas veces estaba decorada con pinturas que representaban la continuación de estos jardines. Vitrubio ya
nos habla de una función similar en las casas griegas, donde se recibía
a los invitados en el triclinium o cubiculum, organizados
entorno a este patio, en este caso no siempre central. Entre otras
salas alrededor de este peristilo y del jardín, encontramos el ya
citado triclinium o comedor; muchas veces había dos o más,
enfocados a diferentes orientaciones para aprovechar las diferentes
estaciones del año. Así pues,
vemos como a diferencia de la casa griega, el peristilo y la zona
ajardinada de las casas romanas estarían destinadas a la vida pública
de los propietarios, ya sea para recibir invitados, diferentes rituales
sociales como la salutatio de los clientes, etc... Este
peristilo iba normalmente acompañado de unos jardines donde se podían
encontrar fuentes, piscinas, etc... Debemos recordar que el mundo romano
no podía entender el paisaje sin unos límites, sin unos marcos o unos
ejes que lo guiasen, no sólo en las villas situadas en el campo, sino
también en las casas urbanas de les ciudades más importantes. Se
buscaba una naturaleza domesticada, dirigida y administrada por el
hombre (la palabra centuriación (división del territorio en partes
iguales, equivalente a una cuadrícula sobre un mapa, es seguramente el
concepto más adecuado para simbolizar esta idea). En estas
casas, los propietarios no ahorraban terreno para dar amplitud a sus
porticados, peristilos y a sus jardines, con una decoración y un
trabajo (llamado opus topiarius) de las flores, pérgolas que
flanquean los jardines, las pequeñas piscinas o lagos, árboles, pájaros,
animales, etc... que están trazados y diseñados con regla y compás
para que quien este paseando o visite la casa lo disfrute y al mismo
tiempo, al pasar del interior de la casa al triclinium, un vez
allí pueda contemplar en perspectiva, una agradable vista de harmonía
(basándose en la palabra que proviene de un origen persa, pardés,
que Xenofonte utilizó para describir los grandes jardines de los
palacios persas, paradeisos, y
que designan un jardín cerrado) en un jardín perfectamente
estructurado; es la búsqueda además, de la felicidad y bienestar
propio y de quien lo visita. Así, además
de este aspecto simbólico, queda claro que los jardines están
directamente relacionados con el poder económico y la clase social del
propietario, ya que como más nivel adquisitivo tuviera, más grande era
la casa y mejor eran sus jardines, puesto que además de tener más
espacio, mejor tenían que ser los jardines para poder aparentar su
posición social delante de las visitas, además de su función
religiosa y cultural. Un claro
ejemplo de esto es el desarrollo de las casas, que en la Hispania romana
se pueden documentar muy bien arqueológicamente, sobretodo en tres
grandes yacimientos: Ampurias, Itálica (aunque en este caso menos ya
que al tratarse de un establecimiento de antiguos legionarios, la gran
casa aristocrática no era lo más corriente) y Conimbriga, además de
otros como Celsa, Baetulo y Ilici, y algunos ejemplos aislados como
Flabiobriga y Munigua. Para poder entender mejor esta estructuración de los peristilos, jardines y otras habitaciones como el triclinium, podemos ver ejemplos hispanos como la Vila de los Saltos de agua de Conimbriga; ejemplos del limes imperial como la Vila de Fishbourne en Inglaterra, o ejemplos imperiales como los conocidos Hortus Salustianus y la Domus Aurea en Roma o la de la Comandancia de Marina, la casa de Loreio Triburtino o la casa de la Pansa en Pompeia. |
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En la
parte central, el jardín esta ocupado por pequeñas “piscinas”
divididas en 6 partes donde se observan unas exaedras semicirculares en
la parte interna
(en realidad con forma de U) y de forma rectangular en la
parte exterior que describe el euripus continuo a la columnata. |
Estos cajetones centrales constituyen un gran eje que irá cruzando unos
pequeños ejes formando pequeños rectángulos alargados cruzando los
canales perpendicularmente (esta combinación recordaría al fons
scenae de un teatro). También en esta villa hay otros jardines, uno
de ellos conectado a este jardín principal a través de un corredor que
sale a la zona sur del peristilo y que tiene 8’7 x 8’1 metros (4 x 3
columnas). |
Otro ejemplo sería la Villa de los Esqueletos de Conimbriga, de inicios del s. I d.C., que tiene un peristilo de 13’5 x 11’3 metros (6 x 5 columnas) y que destaca por no tener una planta rectangular (aumentando al este el muro en su largada). Este jardín tiene el espacio central ocupado por una estructura rectangular VILA DE LOS ESQUELETOS DE CONIMBRIGA en el lado oriental, rodeada por un canal de (GRIMAL, P. 1943 / 2ª Edición 1969) |
0’90
metros que envuelve la mayor parte interna del
peristilo, mientras que en la parte occidental podemos observar una
exaedra semicircular. La diferencia principal que se puede observar en la utilización del agua y la vegetación en este yacimiento, es que mientras en Pompeia la vegetación la encontramos alrededor de pequeñas piscinas, en Conimbriga la encontramos en el interior de ellas. Será, tanto en Pompeia como en otros lugares, donde este juego entre la arquitectura y las construcciones ajardinadas junto con el agua, lo que dará la harmonía y ritmo arquitectónico que los romanos buscaban. |
Otro
ejemplo es la Vila de Fishbourne, en la zona de Soussex en Inglaterra. Esta zona que sufrió una ocupación militar hacia el
43 d.C., tuvo una fuerte fase de construcción de casas en época de Nerón,
siendo precedente del ambicioso programa constructor en arquitectura
palacial que se desarrolló hacia los años 70 d.C.
Los jardines de esta villa están diseñados adaptándose a las características
de la zona y con una importante influencia de la vegetación y los
jardines autóctonos. CASA DE LA
CIUDAD DE FISHBOURNE (SOUSSEX, INGLATERRA). (GRIMAL, P. 1943 / 2ª Edición 1969) |
Se reconocen cuatro estilos de jardines: los de peristilo con dos alas o
estancias en la zona norte y este, los del jardín central, los de los
jardines de la zona norte-oeste y el jardín natural de la zona sur-este. |
La zona de la parte central fue levantada sobre una plataforma
artificial preparada por los jardineros romanos para que se pudiera
trabajar mejor la construcción y elaboración del jardín, que se
dividió en dos zonas rectangulares con una parte de exaedras
semicirculares y rectangulares dejando un pasadizo central y siguiendo
la parte exterior rodeando la zona ajardinada (que medía alrededor de
100 x 82 metros).
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También hay ejemplos en la capital, Roma, donde destacan los famosos
Hortus Salustiani, que el famoso escritor clásico se hizo construir en
una villa situada en el Quirinal después que en el 45 a.C. lo acusaron
de ladrón y corrupto y que Julio César lo ayudase.
También destacan los jardines de la Domus Aurea donde se puede ver el
importante juego entre la arquitectura y la vegetación. HORTUS
SALUSTIANI.
(RICHARDSON, L. 1992)
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Otro
ejemplo diferente lo encontraríamos en las fuentes históricas, como la
descripción que Plinio hace sobre sus villas, sobretodo la de Laurentes
en Ostia (Cartas, libro II, 17).
NINFEO
OVALADO DE TRAZADO MIXTILINIO DE LA DOMUS AUREA. (STIERLIN, H 1997) En las ilustraciones se pueden observar unos ejemplos de diversos estudios en la distribución y la “centuriación” de los jardines en sí mismos o relacionados con estancias como los triclinios para conseguir esta axialidad y este orden que se puede ver en las casas de Pompeia, como la Casa de Loreio Triburtino, con una distribución simétrica del conjunto donde el sistema hidráulico ordena la disposición del jardín cerrado. |
CASA DE LOREIO TRIBURTINO, POMPEIA. (STIERLIN, H. 1997) |
Otro ejemplo interesante es la Casa de la Pansa, también en Pompeia, donde se puede observar la importancia del espacio ajardinado en las casas romanas y su importancia social en el campo del comportamiento gentilicio o familiar, como se ha explicado en el ejemplo de Ampurias. |
CASA
DE LA PANSA, POMPEIA.
(JASHEMSKY,
W.F. 1979)
Finalmente, hay que destacar también los edificios públicos de servicios
y en el mundo funerario. Un ejemplo es la Comandancia de Marina, donde
podemos ver la relación de la zona ajardinada con el triclinio o las
anteriormente citadas tumbas etruscas, con el simbolismo del jardín del más
allá, como símbolo de la felicidad eterna y de una vida mejor. |
MAQUETA
DEL TRICLINIO, PERISTILO Y JARDÍN DE LA COMANDANCIA DE MARINA DE POMPEIA.
(JASHEMSKY,
W.F. 1979) Estos son algunos de los ejemplos que permiten ver como los jardines están estrechamente ligados a la evolución económica, social, religiosa y cultural de los propietarios de las villas y su papel fundamental en la vida romana. BIBLIOGRAFÍA
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