Hola, hola, super-hola, :-) Hoy estoy super mega radiante de chupi felicidad embargadora porque al fin he encontrado la mujer de mis sueños y nos vamos a casar por los cánones como mandan los Sacramentos de la Iglesia. Conocí a Wilfrebunda durante el apres-sky de mi estancia en la magnífica estación de esquí andino de Bariloche porque ella es una miembra de la alta aristocracia abolenga que me mola chachi porque es una super Infanta del Para Guay. La verdad es que al principio se resistió a mis encantos pero al final ya no porque yo siempre he sido el mejor poeta de mi clase que hacía unos sonetos super inspirados de pasión y frenesí. Para enamorarla con clase estilo y elegancia chic recurrí a mis dotes líricas. Primero le dejé una nota bajo el felpudo de su habitáculo mandándole una oda de mi patria Catalunya para que viera que tengo sentimiento y sensibilidad por las raíces. La mañana siguiente ya le dejé una nota en recepción con toda mi sensualidad desatada con la poesía de sus lágrimas de cristal de Bohemia navegando a la deriva en amoroso balanceo sobre el azul marino de su pupila trémula y ahí creí que ya ganaba su corazón pero todavía no. Y es que las infantas de alta estirpe son dignas y discretas y se hacen rogar y ella hacía como que me despreciaba pero ya al final cambió de parecer cuando al cruzarnos en el ascensor yo me arrodillé y le imploré su amor eterno y que aceptara escuchar mis versos más tristes esa noche. Al principio Wilfrebunda miraba para otro lado haciendo como que no quería lo cosa pero yo he suplicado con tal ardor de amante que he perdido los papeles y se me ha caído la cartera y venga todos los documentos y las tarjetas VISA platino por lo suelos. Ha sido un poco ruborizante pero de pronto ella se ha reblandecido y ya no ha podido reprimir tanta displicencia reprimida abalanzándose entre mis brazos por el chupi-amor que le inspiro. A la mañana del día siguiente hemos hecho la representación de las respectivas familias de cada uno y ella tiene otra hermana casada con su marido que en sus primeras juventudes fue ex-tenista y es ideal para el cargo de Infante Consorte porque para este trabajo solo hay que saludar en las recepciones palaciegas y para eso hay que tener muy buena muñeca. El problema es que zurdo. No como yo que soy diestro con la muñeca y también la tengo muy vigorosa y encallecida pero ahora que ya me caso espero descansarla y consumir el matrimonio. Nuestros Papás ya se han puesto de acuerdo con los preparativos y yo sólo me voy a encargar de contratar el súper-cattering del banquete nupcial y así tengo tiempo de vivir los instantes del compromiso que son los más felices de un recién casado, pero antes. Bueno y ya está. :-)
|