Pocahontas nació apróximadamente sobre el año 1.595 en las proximidades de Jamestown, primer establecimiento inglés en lo que hoy es Virginia en Estados Unidos, hija de un jefe de la tribu de los Powhatan. Su nombre verdadero fue el de Matoaka, aunque los ingleses la conocían como Pocahontas.

     La historia que nos cuentan los de la factoría Disney está basada en una leyenda pero que carece de rigor histórico, es cierto que por aquel entonces entre los colonos del río James vivió un tal John Smith, hombre aristocrático inglés, aventurero y que llegó a la colonia cuando tenía dieciseis años con la ilusión de encontrar el nuevo Dorado.

     En uno de los muchos enfrentamientos que existieron entre los ingleses y los nativos fue hecho prisionero Jhon Smith siendo condenado al sacrificio. Entrando en la leyenda, Pocahontas, que por aquel entonces contaba 13 años, impresionada por el inglés intercedió ante su padre para que le fuera perdonada la vida, ante su negativa y justo en el momento en que iba a ser decapitado apoyó su cabeza junto a la suya para ser inmolada, éste hecho hizo que se suspendiera la ejecución y fue el principio de una paz duradera.

     Hasta aquí la leyenda, pero está documentado historicamente que Pocahontas o Matoaka  (1) ejerció un importante papel mediador entre los colonos ingleses y los indios Powhatan, unas veces obligada y otras de propia iniciativa.    

Grabado de la época en el que se representa el momento en que Pocahontas pone su cabeza junto a la de John Smith para salvarle la vida.

     En su cautiverio se convirtió al protestantismo, se granjeó las simpatías de la colonia y cautivó a un distinguido colono llamado John Rolfe con el que contrajo matrimonio previo beneplácito del representante del Gobierno inglés, sir Thomas Dale, y de su padre, caso insólito conociendo lo xenófobos y racistas que son los sajones.

     Esta unión dió una larga paz a la zona y a Pocahontas un hijo al que llamaron Thomas.

     En 1.616 viaja a Inglaterra donde fue recibida con gran ceremonial por la corte inglesa, para entonces ya era conocida como Lady Rebeca. Cuando preparaba su regreso a tierras americanas al año siguiente contrajo viruelas y murió en Grasend, en el condado de Kent. En ese momento entró a formar parte en uno de los principales mitos de América del Norte renacido con la película de dibujos animados tan conocida sobre todo por los niños.