Recortes de prensa y noticias de jardines (Sección fuera de España)  

Jardines de la República Checa


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sábado, enero 04, 2003 :::
 
En los Jardines Reales de Praga se cultivó mandrágora y el árbol de gingko


Fuente : Radio Praga
Fecha: 23-11-02
Autora: Eva Manethová
http://www.radio.cz/es/articulo/34825

El Castillo de Praga desde siempre estuvo rodeado por un cinturón verde. Mágicos son los Jardines Reales que se extienden desde el Foso de los Venados hasta las Murallas Marianas y que esconden en su seno una perla renacentista, el palacete Belvedere.
En la vecindad del Castillo de Praga fue plantado en 1358 por orden del emperador romano germano y rey checo, Carlos IV, el primer viñedo praguense. La vinicultura y la jardinería florecieron en el Castillo de Praga durante el reinado de los monarcas de la dinastía de los Jagellones, que gobernaron en Bohemia en los siglos XV y XVI.
Sin embargo, después de 1526 se registró un verdadero auge de la jardinería al ser elegido rey checo Fernando I de Habsburgo. El enérgico soberano buscaba inspiración en la Antigüedad y, guiado por el espíritu renacentista, fue el primer rey checo en incorporar elementos del nuevo estilo en la arquitectura del Castillo de Praga.
En 1534, el rey Fernando I de Habsburgo decidió fundar el Jardín Real.Para realizar su proyecto tuvo que adquirir extensos terrenos. El soberano reunió con muchas dificultades el dinero necesario para la compra: tuvo que recurrir a prestamistas judíos y al dinero proveniente de las multas.
Después de que llegara desde Viena una gran partida de semillas, Fernando I llamó a la capital del Reino Checo a Francisco de Austria, que sería el primer jardinero del Castillo de Praga. Y otros jardineros empezaron a venir del extranjero: de Flandes, Alsacia y España. Gracias a estos maestros de la jardinería venían a Praga semillas y pies de plantas, arbustos y árboles del mundo entero.
Higos, nísperos, guindas, limones, naranjas, melocotones y almendras enriquecían la mesa en el Castillo de Praga y en las casas de acaudalados patricios praguenses.
Un incendio que en 1541 devastó el Castillo de Praga, frenó por algún tiempo el desarrollo de los jardines. Al amotinarse en 1547 la nobleza y los burgueses checos, Fernando I, que en aquel entonces ya ceñía la corona imperial, quedó muy amargado. Ya no quería tratar con los rebeldes checos y nombró virrey en Praga a su segundogénito, Fernando de Tirol.
Fernando de Tirol invitó a Praga en 1554 como médico de cabecera a Pierandrea Matthioli que gozaba en toda Europa de una inmensa autoridad en el campo de la botánica. Ese mismo año, Matthioli había publicado en Venecia un herbario que se convirtió en un best-seller de la época. En checo se publicó en 1562, todavía durante la estancia de Matthioli en Praga, gracias a la traducción de Tadeás Hájek de Hájek.
No es de extrañar que el Herbario de Matthioli se haya convertido en una obra muy codiciada. Matthioli aconseja en su libro, entre otras cosas, cómo obtener la mandrágora. Los polvos de la raíz de mandrágora se utilizaban para operaciones nigrománticas, o sea de magia negra. Por la configuración de la raíz, parecida a la del cuerpo humano, la mandrágora era denominada "hombrecito de la horca".
El apodo se debía a la creencia de que la más eficaz era la mandrágora que crecía al pie de la horca. Matthioli aconseja en su célebre Herbario ir al lugar de las ejecuciones el viernes a medianoche cuando haya luna llena. Es necesario taparse los oídos con cera para no escuchar el llanto de la mandrágora al ser arrancada del suelo.
El botánico recomienda trazar tres círculos en torno a las hojas de la planta y tocar un cuerno para contrarrestar el tumulto de los monstruos infernales. La raíz de la mandrágora debe ser después bañada en vino y vestida con una chaquetita roja y camisita de seda, y tocada con un gorrito negro.
En comparación con otras traducciones, en la edición checa del Herbario de Pierandrea Matthioli se describen algunas plantas cultivadas solamente en el Jardín Real, en el Castillo de Praga.
La fama del médico y botánico italiano Pierandrea Matthioli, impulsó un inédito aflujo al Castillo de Praga de nuevas especies y variedades botánicas, como tulipanes, lilas, jacintos y narcisos. En los Jardines Reales se cultivaba también el árbol de gingko y la misteriosa mandrágora.
Los jardines del Castillo de Praga conocieron un extraordinario florecimiento durante el reinado del emperador Rodolfo II a finales del siglo XVI. Por un puente de madera cubierto, el visitante cruzaba el Foso de los Venados y entraba en los jardines reales, que eran tres.
Formaba parte del conjunto de los jardines también la Gran Sala de los juegos de pelota. El emperador se desplazaba de un recinto a otro por pasadizos cubiertos para no ser visto. Así llegaba también al llamado Patio de los Leones.En el Patio de los Leones eran criados leopardos, panteras y leones, utilizados para la caza. Rodolfo II criaba asimismo osos que vivían libremente en el Foso de los Venados.
A pesar de las vicisitudes de la historia, los jardines del Castillo de Praga no han perdido a lo largo de los siglos nada de su mágico encanto. Hoy en día, los turistas pueden disfrutar de la belleza del Jardín Real que el entonces presidente checoslovaco, Václav Havel, abrió en 1990 al público.


::: Noticia generada a las 9:02 PM


 
Destruidos jardines palacio de Veltrusy

Fuente: Radio Praga
Fecha:3-9-02
Autor: Ramón Casado
http://www.radio.cz/es/articulo/31926

El palacio Veltrusy, construido a principios del siglo 18, figura entre las más importantes edificaciones de la arquitectura barroca en la República Checa. Ese monumento histórico se encuentra en la región de Melník, Bohemia Central, que sufrió uno de los mayores daños durante las recientes inundaciones

Al llegar a Veltrusy, uno puede ver las desoladoras huellas que el desbordamiento del río Vltava dejó en la aldea. Edificios semiderrumbados, carreteras cubiertas de barro, árboles derribados. En el revoque de las casas queda claramente marcado hasta dónde llegaba el agua durante las riadas. Alcanzaba el primer piso.

Imágenes semejantes se pueden ver en muchas localidades checas, en el emplazamiento de Veltrusy, por desgracia, el agua entró además en el palacio y destruyó gran parte de los jardines adyacentes a éste.

Vojtech Láska, director de la Institución Monumentaria Estatal de Bohemia Central, alegó que anteriormente el área del palacio se encontraba en una isla:

"El río Vltava se desvió aquí y rodeaba todo el terreno. Desde siempre hubo riadas en esta zona. En el año 1764 las inundaciones destruyeron los jardines barrocos y el conde Jotek, fundador de éstos, hizo construir un nuevo parque, esta vez en estilo del romanticismo clásico. Toda el área fue concebida como una finca de adorno, lo que era una moda llegada de Francia. El terreno fue arreglado por la belleza, no por el provecho."

En la actualidad, los lugares donde antes había tierra cultivada, se convirtieron en un desierto de arena. Los numerosos pabellones, tan típicos para este recinto, están cubiertos de lodo. Eva Hájková, administradora del palacio, dijo que el río había destruido el dique que protegía a los jardines.

"La renovación del dique debería iniciarse antes de que empiece el otoño, o por lo menos la ribera debería estar asegurada provisionalmente contra las inundaciones, ya que existe el peligro de que las riadas se repitan. La suma requerida para su construcción ascenderá a millones de euros."

El área de Veltrusy fue incluido en el Patrimonio Cultural del País, el mayor nivel de protección legislativa en la República Checa. Esperemos que se encuentren medios financieros para poder renovar y proteger este monumento único en su género.


::: Noticia generada a las 8:59 PM


jueves, enero 02, 2003 :::
 
I giardini disegnati dalla democrazia

Fuente:La tribuna de Treviso
Fecha:12-5-02
Autora: Michela Santi


Un luogo in cui si intrecciano ricerca della forma e paesaggio naturale, simbolo della democrazia che, dopo la chiusura autoritaria dell'assolutismo austriaco, apre nel 1918 l'acropoli alla città. I giardini del Castello di Praga, ridisegnati in modo definitivo nel quindicennio tra il 1920 e il 1935 dal celebre architetto Joe Plecnik (1872-1957), in stretta intesa con il primo presidente della Repubblica Tomá s Garrigue Masaryk (1850-1937), diventano esempio importante di "governo del paesaggio", in grado, a distanza di quasi un secolo dalla realizzazione di stupire per la sinergia tra elementi estetici e di valorizzazione del paesaggio urbano. La tredicesima edizione del "Premio Internazionale Carlo Scarpa per il giardino", promossa da Fondazione Benetton Studi Ricerche di Treviso, porta all'attenzione internazionale i giardini praghesi, oggi visitabili dal pubblico e conservati con grande impegno dall'amministrazione di Praga. Il sigillo è stato consegnato ieri pomeriggio a Treviso (con un premio di 16 mila euro), al direttore del Castello di Praga Zdenek Synacek e al delegato dell'Ufficio del presidente della Repubblica Zdenek Lukes. I giardini, valutati con sopralluoghi e ricerche dalla giuria del premio, sono ampi complessivamente circa due ettari, ricavati in una sottile e irregolare striscia di terreno tra i bastioni, il muro e i palazzi del complesso monumentale che guarda dall'alto la città lambita dal fiume Moldava. «I giardini di Praga - ha spiegato ieri Domenico Luciani, direttore della Fondazione e coordinatore della giuria del premio- sono un esempio che evidenzia nella definizione del paesaggio-giardino, la centralità della committenza: il presidente della Repubblica Masarik, filosofo e grande cultore della classicità. E' lui che decide di fare del castello la sede della Repubblica neonata. E affida dopo poco la sistemazione dei giardini a Plecnik, che attua una radicale trasformazione del castello, negli spazi e nei percorsi interni, abbattendo i bastioni, aprendo visuali verso l'esterno sulla città sottostante. Va sottolineato - continua Luciani- che il disegno era parte di un grande progetto che immaginava nuovi parchi e giardini nella parte settentrionale della città poi non realizzati».
I giardini sono rimasti chiusi durante il regime comunista. Riaperti nel 1990, l'Amministrazione ha provveduto a recuperare il disegno essenziale e il rimodellamento del terreno attuati da Plecnik. Dall'ampia scalinata, definita onda di pietra del Giardino Paradiso, al prato geometrico con la vasca monolitica trascinata direttamente dalla cave fuori città, al lungo e stretto terrapieno meridionale, sotto l'ala abitata da Maria Teresa d'Austria, fino alla punta che chiude il castello a oriente. Nell'intervento vengono demolite intere parti del muro. Vengono inventati nuovi punti di vista sulla città, costruite nuove terrazze panoramiche, aperti nuovi percorsi verticali, tra i quali, stupefacente, quello che congiunge col terzo cortile sopraelevato e adiacente alla cattedrale di S.Vito sovrastante. La giuria del premio ritrova in questo luogo un dialogo, ancora tangibile, tra l'intellettuale umanista Masarik e il geniale architetto, che hanno saputo trasformare la sede del vecchio autoritarismo in una casa dell'autorevolezza democratica: in più, in un modo sobrio e duraturo che ha permesso ai giardini di passare quasi indenni attraverso le turbolenze del Novecento.


::: Noticia generada a las 9:50 PM




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