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Funghi. Pasta con pasta. Añadir mozarella y meter en frigorífico cerrado a cal y canto. Desenchufar el aparato . Al cabo de 15 días se obtienen simpáticos champiñoncillos que harán las delicias del paladar más ecs-quisito. Margherita. No disponible. Margarita, agotada. La hemos exprimido hasta los huesos. Veremos cuánto nos dura la próxima camarera en contrato temporal. Amarga Rita. Esta moza parece un tanto arisca. Como que se resiste. Probaremos con el mazo o nos quedamos sin ingredientes para la pizza. Cuatro Estaciones. Elaboración similar a la Funghi, pero con mayor ensañamiento. Debe cubrirse de mozarella sólo una cuarta parte de la masa. Dejar en frigorífico cerrado y desenchufado durante todo el verano. El 31 de septiembre debe añadirse mozarella en otro sector de la pizza. Meter a en frigorífico otros tres meses. Repetir operación en invierno y primavera. Al llegar al solsticio de verano, se promete un producto alimenticio rico en variedades de mozarella enmohecida a las distintas estaciones del año. Calzone. Contra cierto tipo de imputaciones malintencionadas, debo advertir que esta pizza no se elabora a partir de ingredientes envueltos en mis calzones. Jamás caería en semejante ocurrencia. Son los calzones de mi Paco. Yo padezco estreñimiento crónico. Al Pesto. Análoga a la anterior, pero con los calzones abiertos de par en par. Napolitana y Siciliana. Organizar un encuentro familiar en la cocina. Una familia de capos napolitanos, otra de sicilianos. Mediante técnica ventrílocua, lanzar imputaciones infundadas contra las respectivas mammas. Prestar atención a los acontecimientos. No siempre es fácil distinguir la procedencia del picadillo recolectado tras la carnicería. Por eso es mejor mezclar las dos variedades. Pizza Xuxa . ¡Coñe ! ¡Qué hace esto aquí ! Mira que se lo tengo advertido a estos pinches de cochina. No me dejéis los discos mezclados entre bases de pasta. Nada. Perdón por el gazapo. Cuatro Quesos. Amasar la pasta según técnica vitivinícola. A pisotones. Añadir quesos de cabrales y roquefort, apresurándose en sacar los propios. No sería la primera vez que algún comensal impaciente le ha pegado un mordisco al empeine de una servidora. Vegetal. No disponible. Son los restos de una Funghi que el año pasado enterré en la maceta. Por más que riegue todavía no ha brotado ninguna pizza. Pero sigo insistiendo... Pizza Xuxa. Definitivamente, la incluyo en el menú. Hoy uno de mis clientes habituales le ha echado bocado al vinilo de la Xuxa y asegura que es lo más sabroso de la carta.
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