¡Joder! Otra vez
tarde... He intentado separarme del reloj pero el me persigue como maníaco,
se obsesiona conmigo, cada vez hace un tic-tac a mi lado. Si se detiene
hace que le revise escrupulosamente. La última vez he ido con tres
relojeros solo para que le faltara pila nueva. Se adelanta, se atrasa,
no me toma en cuanta el egoísta. Intento alcanzarle el ritmo pero
siempre va de adelante. ¿Qué hacer? Me ha marcado las nueve
, las ocho de la siesta, las siete itinerantes. ¡Me cachis! ¡de
nuevo tarde!.
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