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Jardines de Sevilla


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martes, junio 08, 2004 :::
 
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Fuente: Diario de Sevilla
Fecha: 7-6-04
Autor: Felipe Villegas



Las Doncellas, el jardín mudéjar del rey don Pedro


Encandiló al rey don Pedro, apodado por el vulgo El Cruel y por otros más ponderados El Justiciero, y encandila a cuantos visitan el Real Alcázar, una media de 6.000 personas diarias, lo que indica que el monumento está viviendo su temporada alta. "El público es consciente del momento histórico que se está produciendo", afirma exultante a pie de excavación el arqueólogo Miguel Ángel Tabales, quien vaticina que, a la vuelta de un año, "esto va a ser una gloria"

. Y es que el giro copernicano que se está operando en uno de los espacios más sobresalientes del conjunto palatino, el Patio de las Doncellas, está siendo de tal calibre que no es exagerado afirmar que se trata de una de los grandes rescates patrimoniales de los últimos años, y no sólo a escala local.

Las cámaras apuran las pilas llegadas a este punto y el visitante se deja los minutos especulando con lo que la tierra desembucha. Uno no tiene la oportunidad todos los días de poder ser testigo de cómo aflora paulatinamente la Historia sepultada por el peso de los siglos, las modas y las necesidades (a esto último respondió la reforma practicada en época de Carlos V, cuando se cegó primero el jardín con mármol y, más tarde, también el estanque). La sola visión de la zona es novísima, arqueología pura hecha actualidad.

En el verano de 2002, un sondeo -practicado a propósito del programa de investigaciones que regularmente financia el Patronato del Alcázar- dejaba al descubierto, en perfecto estado de conservación, un cuarto del primitivo patio que mandase construir Pedro I hacia 1356 -y cuya obra debió prolongarse durante toda la Baja Edad Media, sostiene Tabales- como parte de sus dependencias palaciegas.

Desde entonces, se abrió un periodo de consulta a expertos (recibieron incluso las bendiciones oficiosas del Icomos), se sondeó otra esquina del patio para comprobar que había continuidad, que la había, y, con la información obtenida, se planteó una reconstrucción virtual que mostraba cómo quedaría el lugar si se apostase por su excavación completa.

Consejería de Cultura y Patronato del Alcázar se rindieron a la evidencia, y así es que desde hace unos dos meses y medio se trabaja para devolverle al patio su esplendor original, trocando su uniforme solería marmórea con fuente central, tipología heredada del XVI, por los vistosos arcos de medio punto entrelazados que decoran los dos parterres en que se divide el jardín y que llaman la atención de los visitantes.

No en vano, lo que aparece ante sus ojos es el bruto (aún le falta mucho para que brille como lo hará) de un patio no de los denominados de crucero, más habituales y conocidos (así es el de la vecina Consejería de Obras Públicas y Transporte), sino un jardín con estanque longitudinal, lo que lo convierte, a juzgar por la valoración de los expertos, en el modelo que poco después inspiraría a los constructores que dieron forma al Patio de los Arrayanes de la Alhambra.

Se trata, pues, de un espacio autóctono no exento del boato regio, ya que el jardín era de paso obligado para los embajadores, príncipes y reyes que llegaban para despachar con don Pedro en el contiguo Salón de Embajadores.

"Los sevillanos que pasan por aquí nos comentan que ni siquiera se acuerdan de cómo era el patio hasta hace unos meses, y ésa es la mejor noticia, porque revela que el cambio, aunque profundo, se está asimilando con naturalidad", enfatiza el director del Alcázar, José María Cabeza, quien en compañía del capitular delegado del Alcázar, Antonio Rodríguez Galindo, no pierde comba de cuanto acontece en este laboratorio arqueológico abierto que está siendo el Patio de las Doncellas.

"Aquí se trabaja de cara al público, porque si la ciudad quiere conservar su patrimonio, hay que fomentar la participación de la gente", agrega un Rodríguez Galindo encantado de poder seguir disfrutando de un monumento que le reporta más bienestar social que la nueva delegación, del mismo nombre, que le han encomendado.

La intervención proyectada comenzó con la cuidadosa excavación general del claustro hasta sus niveles mudéjares. Se sabe no obstante que el palacio de Pedro I se erigió sobre cinco palacios almohades previamente derribados. Y es que no se trata sólo de recuperar la estética mudéjar, sino de aprovechar la operación para agotar la rica estratigrafía que ofrece un ámbito tan emblemático.

"Estamos llegando a los cuatro metros de profundidad, que son los niveles romanos. Por debajo no hay más", explica Tabales al borde de uno de los cortes, lo que permite contemplar el juego de transformaciones constructivas, como el vistoso color almagre del pavimento una casa almohade o la sucesión de estructuras que remiten, cuenta el arqueólogo, a palacios almohades y, más en profundidad, al taifa (siglo XI) de Al-Mutamid.

Por debajo de éstos, los restos de hornos aparecidos revelan que la zona, hacia el siglo X -cuando aún estaba extramuros del Alcázar primigenio- tuvo una actividad fabril. Más abajo, espera Roma. "En los nuevos sondeos estamos comprobando que sale lo mismo que ya nos salió en el corte realizado en 2002", informa Tabales.

Dichos vestigios se documentarán y procesarán, enriqueciendo el caudal de datos con que la arqueología está contribuyendo a esclarecer los orígenes del Alcázar, en no pocos casos a costa de desmontar teorías y bibliografía tenidas como válidas. Tanto es así que se tiene claro que, una vez rescatado el Patio de las Doncellas según lo soñara el rey don Pedro, esta historia se pondrá por escrito para que quede en los anales de la Historia. Con pelos, certezas y señales.

Portalones y ventanales con mensaje

El celo del Patronato del Alcázar para con su patrimonio ha alcanzado recientemente a las ricas carpinterías de las puertas y ventanas del Patio de las Doncellas. El trabajo, confiado a la empresa Tratamientos de Conservación y Restauración, no se ha limitado a resanar y devolver su esplendor a estas doce piezas del siglo XIV, sino que ha venido acompañada de la traducción de sus inscripciones, lo que ha contribuido a descifrar sus mensajes merced a la labor desempeñada por dos especialistas en estudios árabes islámicos, Pedro Cano Ávila, de la Universidad de Sevilla, y Aly Tawfik Mohamed Essawi, de la de Granada.

¿Qué dicen esas inscripciones epigráficas? Parte de lo que dice la filacteria de la puerta del Salón de Embajadores es lo que sigue: Nuestro señor, el sultán magnífico, el noble Don Pedro Rey de Castilla y León -perpetúe Dios su felicidad y prolongue su vida- ordenó labrar estas puertas, destinadas a este salón rematado con espléndida cúpula, de una partida noble que fue traída de la apreciada madera de ciprés.

El análisis planteado pone de relieve la función propagandística de la epigrafía, repitiéndose términos como felicidad (yumn), soberanía (mulk), bendición (baraka). Resulta paradójico que Don Pedro permitiese a sus artesanos usar la escritura árabe, puesto que era un cristiano en pugna con los musulmanes, lo que no quitaba para que apoyase a parte de éstos, como los nazaríes. Mas por encima de propaganda y religión, "lo valioso de esas inscripciones de tipo religioso era su carácter artístico y su evidente manifestación pública de soberanía real", explican los autores del estudio en el número 5 de la revista Apuntes del Alcázar, recién salida y dedicada monográficamente a la restauración de estas carpinterías y sus mensajes originales.

Así era, así será

Dineros para la causa

El Patronato del Real Alcázar ha previsto un presupuesto de intervención cifrado en 263.000 euros, de los que 119.00 se aplicarán en el apartado arqueológico.

Plazos y equipo

La idea es que el patio esté listo antes de final de año. Fruto de un convenio entre el Alcázar y la Universidad de Sevilla, se cuenta con la colaboración de estudiantes no sólo españoles, sino italianos y belgas. La Escuela de Aparejadores aporta quince alumnos que se están especializando en rehabilitación de patrimonio y que se encargan del levantamiento planimétrico del jardín, amén de los carteles con que se informará al visitante. Otros cuatro profesionales se dedican al análisis de la cerámica.

Aval científico

La Universidad de Córdoba ha realizado los estudios polínicos que han desvelado que cada uno de los dos parterres tenía tres naranjos y un tipo de arbustos y flores que se intentará reproducir. La Universidad de Huelva se ha encargado de los estudios de sedimentos, y el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, del análisis paleobiológico. Pinturas, agua y peces El agua volverá a correr por un estanque que, además, lucirá sus pinturas en forma de ola restauradas. Funcionarán incluso los dos criaderos de peces que tenía en origen y que aún se conservan, en los que habitarán de nuevo los peces rojos con que, según las crónicas, se eliminaban los mosquitos.



::: Noticia generada a las 10:20 PM


domingo, junio 06, 2004 :::
 
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Fuente: ABC
Fecha: 6-6-04
Autor: M. J. PEREIRA/

Jardines sin Edén

Sevilla

Los jardines y parques de Sevilla son periódicamente objeto de titulares por el estado de abandono que presentan. El Jardín Americano y el de la Caridad protagonizaron las últimas denuncias de ABC. Sin embargo, una radiografía a las 320 hectáreas de zonas verdes de Sevilla permite concluir que esos ejemplos no son excepciones, sino la norma. Realizamos a continuación un repaso sobre el estado de algunos de esos jardines y parques.

Parque de los Príncipes

Con una superficie de 100.000 metros cuadrados, está cercado y presenta una buena poda y limpieza, si bien la «botellona» hace estragos en su estanque cada fin de semana. Según la Plataforma Ciudadana por los Parques y Jardines de Sevilla, este parque no se salva de los actos vandálicos, aunque los vecinos están muy pendientes de su estado, que a menudo solicitan actuaciones para evitar su deterioro, como fue la poda de la vegetacion existente en los caminos para evitar que los indigentes se escondieran. Desapareció la rosaleda implantada en 1973 con todas las variedades existentes de esa flor. Faltan juegos infantiles creativos y homologados.

Parque Amate

Presenta juegos infantiles modernos. Aunque tiene un cerramiento, adolece de vigilancia que impida la entrada de motos a toda velocidad, poniendo en peligro a los visitantes.

Parque Celestino Mutis

Según Jacinto Martínez, presidente de la Asociación de Amigos de Jardines de la Oliva y miembro de la Plataforma Pro-Parques, la gente no quiere venir a esta zona verde, de 40.927 metros cuadrados, situado en el Polígono Sur, «porque al atardecer llegan los adolescentes con las motos y litronas. Los jóvenes usan el cesped para jugar al fútbol y el problema de drogas existente en los barrios colindantes se traslada al parque». El estado de la masa vegetal es aceptable, aunque sus dos trabajadores son insuficientes para su mantenimiento. Han desaparecido todos los letreros que informaban de cada planta. Faltan juegos infantiles creativos y homologados.

Parque Infanta Elena

Situado en Sevilla Este, cuenta con 369.600 metros cuadrados, por lo que es el tercer parque más grande de la ciudad, después de Miraflores y Alamillo. «Este parque se ha hecho con mucho sentido común y estética, pero adolece de mantenimiento, a pesar de que necesita más cuidado que otros por ser de nueva creación y tener plantas muy jóvenes», explicó a ABC Elisabeth Rioboo, miembro de la Plataforma Pro-Parque y vicepresidenta de la Asocaición sevillana de Amigos de los Jardines y el Paisaje.

Parque Alcosa

Al ser un parque de nueva creación está sufriendo sobremanera el vandalismo «y no precisamente -subraya Rioboo- por parte de adolescentes marginales, sino de niños que tronchan árboles o de adultos que arrancan plantas para llevárselas a sus casas».

Parque de Miraflores

Con 900.000 metros cuadrados, es la mayor superficie verde de la ciudad. «Es el parque en el que más se ha invertido y el que más actos vandálicos sufre», se lamenta Jacinto Martínez.

Parque del Alamillo

Con 470.000 metros cuadrados, este parque de la Junta de Andalucía es uno de los más emblemáticos y usados por los sevillanos, estando al frente de su gestión Adolfo Fernández Palomares. A juicio de la Plataforma Pro-Parque, «es un ejemplo de zona verde bien gestionada, en lo que contribuye mucho el hecho de tener un presupuesto anual de 1,9 millones de euros, que le permite tener una buena vigilancia y mantenimiento».

Parque de María Luisa

Con 340.000 metros cuadrados, es una de las zonas verdes más grandes y más visitadas de la ciudad, a pesar de lo cual presenta un estado de abandono (graffitis, litronas, colchones e indigentes) más que visible. «Muchos de los azulejos de la Plaza de España han sido destrozados a machetazos. «¿Quién permite que eso ocurra? ¿Quién está ganando dinero con la destrucción de la Plaza de España», se pregunta Jacinto Martínez, quien denuncia la división del parque en dos para permitir la circulación de los coches en la avenida de Eritaña durante las obras del Metro. «Ese tráfico traerá mayor contaminación al parque», avanzó. Además, los autónomos que trabajan en la Plaza de España afirman que las empresas que realizan montajes para la celebración de eventos causan muchos desperfectos en este edificio de Aníbal González.

Jardines de San Jerónimo

«Por su ubicación sufre muchos actos vandálicos, a lo que se suma el hecho de estar mantenido y descuidado. «El monumento a Cristóbal Colón está siendo desmontado poco a poco para llevarse sus piezas de cobre», denuncia Jacinto Martínez.

Jardines del Guadalquivir

Situado en la Cartuja y con 120.000 metros cuadrados, costó 4,8 millones de euros, pero desde la Expo 92 sufre el más absoluto abandono. El terreno es de la empresa pública Epsa, pero el parque es propiedad de la Junta y el Ayuntamiento, estando actualmente cedido a Isla Mágica, que ahora quiere hacer sobre el mismo un aparcamiento.

Jardines del Cristina

Creado en 1830, la extensión de esta zona verde de gran valor social, histórico y medioambiental ha quedado hoy reducida hoy a sólo 8.100 metros cuadrados. Este espacio es usado habitualmente por indigentes -que dejan sus colchones junto a las fuentes y cenador- y como lugar de botellona por los jóvenes, que abandonan en el suelo y estanques sus basuras y desperdicios. Además, la Plataforma Pro-Parque exige a Martín Casillas, empresa constructora del parking subterráneo del Cristina, que se haga cargo de su restauración y mantenimiento, a lo que se comprometió en el contrato que firmó en 2001 con el Ayuntamiento. Aún se pueden apreciar salpicaduras de hormigón en el monumento al poeta sevillano Adriano del Valle. Este jardín acoge árboles muy antiguos, entre ellos cinco plátanos de 1.820, para los que se tuvieron que tomar medidas especiales de protección a la hora de construir el aparcamiento subterráneo.

Jardines de la Caridad o Maestranza

La Diputación de Sevilla ha procedido a limpiar este jardín histórico, de 2.800 metros cuadrado, cuyo estado de abandono fue denunciado por ABC. En las labores de limpieza fueron desalojados cuatro indigentes, que usaban para dormir colchones y colchonetas, que también fueron retirados. La Diputación cederá en breve este jardín al Ayuntamiento, que se ocupará de su mantenimiento y explotación durante veintincinco años.

Jardín de las Delicias

La Junta lo declaró el pasado mes de mayo Bien de Interés Cultura (BIC), con la categoría de jardín histórico, a pesar de que ha sido tomado por la «movida». Esta zona verde de 54.252 metros cuadrados, no está acotada y ha sido tomada por la «movida». Jacinto Martínez cree que parte del deterioro de este jardín está propiciado por la existencide un bar de copas. «Este jardín está a muy abandonado porque no hay alrededor vecinos que denuncien su estado, por lo que el Ayuntamiento es cómplice de los destrozos que sufre por la desidia que manifiesta».

Jardín Americano

Aunque está cercado, la basura, la maleza y los indigentes campan a sus anchas por estos 20.000 metros cuadrados situados en la Cartuja. Para crear esta zona verde única en Europa se emplearon seis millones de euros y cuatro años de esfuerzo. No hay que olvidar que en ella se usaron 634 especies traídas a Sevilla para la conmemoración del Quinto Centenario del Descubrimiento, aunque al día de hoy sólo han sobrevivido 200. Los terenos son de Epsa, pero la gestión corresponde a Agesa, que ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento para abrirlo a finales de año.

Jardines de Murillo


Suman 26.750 metros cuadrados en pleno casco histórico y presentan un gran deterioro a pesar de que sus jardines fueron recuperados en 2001 y de que se le instaló un buen cerramiento tras la muerte de un joven en plena movida sevillana. La falta de vigilancia explica que su mobiliario aparezca lleno de pintadas.

Jardines de Felipe II

Al igual que ocurre con el parque Celestino Mutis, tiene un cerramiento, pero la falta de vigilancia hace que los vecinos tengan miedo de frecuentarlo al atardecer.

Jardines de San Telmo

Están situados dentro del palacio del mismo nombre, sede de la Presidencia de la Junta, edificio que ahora se someterá a una ampliación. La Plataforma Pro-Parque teme que un aparcamiento subterráneo pueda afectar a determinadas especies, como el ombú o bella sombra que tiene raíces aéreas. «Ese jardín ha ido desapareciendo, primero para poner un campo de fútbol cuando estaba en manos del Arzobispado y después para las carpas de celebraciones de la Junta. La familia de Orleans tiene en Sanlúcar de Barrameda planos originales del jardín original, que podrían usarse para su restauración».


::: Noticia generada a las 12:53 PM




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