miércoles, enero 22, 2003 :::
Bicentenario ilustrado
El Jardí Botànic de Valencia ofrece en su aniversario una muestra de dibujos naturalistas y otra de fotos de la huerta
Fuente: El Pais
Fecha: 22-1-03
Autor: Victor Gómez
Valencia
Las plantas carnívoras constituyen per se una verdadera maravilla evolutiva. La adaptación a su hábitat, exiguo en nutrientes, motivó la adquisición de su singular alimentación. Una de ellas, la Nepenthes maxima, desarrolló unas cantimploras prodigiosas, con las que captura los imprudentes y siempre curiosos insectos para su sustento. Tal es su perfecta constitución, que dispone de una cubierta propia con el fin de proteger de la lluvia el interior de su ardid.
El científico Eduardo Saiz ha sido el encargado de ilustrarla para la colección Dibuixar la Natura. Il·lustradors Naturalístics al Jardí Botànic de la Universitat de València, que se puede visitar en la sala de exposiciones del Jardí Botànic hasta el mes de febrero. Se trata de 50 espléndidas ilustraciones realizadas, además de por Saiz, por los científicos Amadeu Blasco, Carles Puche, Jordi Corbera y Joaquim Conca. A través del dibujo, estos maestros de la ilustración naturalista han conseguido manifestar su personal percepción del Jardí Botànic, a lo largo de las diferentes estaciones.
Lupas, plomizos de bambú, acuarelas, portaminas, cuadernos de campo. Además de presentar la iconografía, la exposición repasa la metodología que exige una técnica científica que ya sirvió a Discóridas en tiempos de Nerón para recopilar sus observaciones en El libro de las plantas. Un lujo para el visitante, que asiste a una clase magistral de dibujo impartida por los mismos ilustradores, a través de un documental proyectado en la sala de exposición.
La belleza de las imágenes exhibidas confunde al ajeno a esta disciplina. Del mismo modo que los dibujos naturalísticos de los Bestiarios medievales proporcionaron al Renacimiento motivos para sus cuadros, la exposición confiere al visitante la excitación inconfundible que proporciona el descubrimiento de verdaderas obras de arte. Las acuarelas de Blasco sobre ninfeas (Nymphaea nymphaceae), o las ilustraciones a lápiz de grafito de la flor de paraíso gigante, (Strelitzia nicolai), de Joaquim Conca, son una demostración de precisión.
Las láminas se acompañan de una descripción botánica elaborada por Jaime Güemes, conservador del Jardí. Un refuerzo para la inmersión del visitante en el universo natural que vincula esta expedición ilustrada.
Magnífica es la acuarela de Eduardo Saiz sobre la ramificación de palmeras datileras, Phoenix dactylifera. Más conocida como La carcasa, constituye junto al centenario árbol ginkgo (Ginkgo biloba) los principales símbolos del Jardí Botánic, en plena celebración de su bicentenario.
L'Horta Nostra es una emotiva exposición fotográfica que también puede visitarse en estos momentos en el Jardí. La fotógrafa Susi Artal muestra el rudo tema de la desaparición de l'Horta en estos últimos años. A cada una de ellas, el poeta Marc Granell (Premio Vicent Andrés Estellés de poesía en 1979), ha compuesto unos versos que reseñan, con gran acierto, la sensación de impotencia, melancolía y hastío que transmiten las imágenes.
Mientras Marc se pregunta en sus versos dónde está la gente que habitaba las casas, las fotografías de Artal muestran comedores desolados. Fuera, la gente permanece sentada, en sus huertos, a la espera de una máquinas que les arranquen todo lo que han sido.
Susi Artal, en este aniversario del Botànic de la Universidad de Valencia, ofrece una invitación irrechazable a la meditación acerca del sentido de las raíces culturales y la tradición en estos tiempos.
::: Noticia generada a las 2:09 PM
jueves, enero 09, 2003 :::
Paterna construye un gran parque de 135.000 metros cuadrados
Se ubicará en el campo de tiro de pichón y tendrá 350 aparcamientos
Fuente: Las Provincias (www.lasprovincias.es))
Fecha: 8-1-03
Autora: Patricia Solaz
El antiguo campo de tiro de pichón en Paterna será un gran parque de 135.000 metros cuadrados y 350 plazas de aparcamiento que ya han comenzado a construirse, junto a la urbanización de las calles. Los presupuestos municipales han consignado más de 4 millones de euros, que se invertirán íntegros en la continuación de las obras.
PATERNA
Las obras del futuro Parque del Tiro de Pichón de Paterna marchan a todo gas. Tras la demolición de parte del muro que lo rodeaba, las máquinas excavadoras ya han ocupado el interior del recinto y trabajan sin descanso.
El objetivo es la creación de un parque cuya extensión, cerca de 135.000 metros cuadrados, lo convertirá en uno de los pulmones verdes más grandes de la Comunidad lo cual no es nada desdeñables si se tiene en cuenta que el parque de Viveros de Valencia posee 174.000 metros cuadrados.
Ya se está acometiendo la primera fase de las obras que albergan el vallado del parque y la reurbanización de las calles perimetrales Rey don Jaime y Rabosar además de la calle Ciudad Real y la avenida de Ronda que ya se describen como un bulevar de comunicaciones con el casco urbano regulando el tráfico con una gran rotonda en cuyo centro se colocará la Estrella del Norte a la que acompañará la cita "Paterna por la tolerancia''.
Igualmente avanzado se encuentran los viales que van a parar al bulevar a ambos lados de los cuales se están habilitando plazas de aparcamiento en batería, una de las demandas más intensas de los vecinos. En total serán 350 plazas las que se habilitarán rodeando todo el recinto dando servicio al gran número de viviendas existentes en la zona así como a los visitantes que accedan hasta el parque.
El alcalde Francisco Borruey explicó ayer que en el interior del parque se han plantado ya cerca de 200 árboles, aunque como señaló la plantación total será de más de 5.000 árboles; 1.000 que rodearán el vallado y 4.000 que se plantarán en el interior del parque.
La reciente aprobación de los presupuestos municipales propiciará que a partir del mes de febrero estén vigentes los más de 4 millones de euros que se invertirán durante el presente año para dar continuación a las obras que entre otras cosas comenzarán con la construcción de una valla cuya morfología, lejos de cerrar el parque permite la creación de plazas públicas que plantean una fusión visual entre la calle y el parque. Así, la valla se construirá con una combinación de muro y espacio abierto y tendrá una longitud de 1.250 metros cuadrados.
Diferentes paisajes
El mismo entorno ofrecerá al visitante cuatro paisajes diferentes: las plazuelas exteriores, la pinada, un bosque mixto mediterráneo y lo que se bautizará como jardín de la luz.
Cada una de las calles adyacentes al parque tendrá su propia plaza enmarcada y singularizada. A través de la sucesión de estas plazas se está creando un jardín lineal donde predominará la vegetación vernácula y el sonido del agua que provendrá de pequeñas fuentes situadas de manera estratégica. Estas plazas permitirán el disfrute del entorno cuando el parque cierre por las noches.
La gran pinada existente se conservará aunque se hará necesaria la tala de muchos de estos pinos que se repondrán con creces a lo ancho y largo de todo el parque. Borruey explicó que la mayoría de estos árboles están secos y muertos y "hay que sanear la zona con la plantación de una especie más frondosa y más sana. La pinada dará cobijo al merendero, zonas de juegos, zonas deportivas y jardín para los animales además de constituir un gran bosque perfectamente integrado en el espacio urbano.
Por último, el jardín de la luz será una gran plaza central, donde confluirán todos los paseos y donde agua y luz serán las verdaderas protagonistas junto a las palmeras y plantas acuáticas.
::: Noticia generada a las 8:58 PM