sábado, junio 24, 2006 :::
Fuente: Levante Fecha: 19-06-06 Autor: A.G.
Tormenta de ideas para el Jardín del Turia
El Jardín del Turia, el parque urbano que articula de este a oeste Valencia es, veinte años después de salvarse de quedar convertido en una demencial autopista urbana, un espacio «muy bien valorado por sus usuarios», quienes, no obstante, lo consideran mal aprovechado.
Valencia
Aseguran que «sirve para pasear y poco más». Los usuarios del parque, que son en un 90% residentes en la ciudad y en un 40% extranjeros, le dan un suspenso en seguridad y vigilancia, en mobiliario y en cafeterías y terrazas. Así lo refleja una encuesta sobre usos del Jardín del Turia (JdT) elaborada, entre marzo y mayo de 2005 e incluida en el estudio Paisajes del Turia elaborado por el departamento de Urbanismo de la Universidad Politécnica de Valencia para el Ayuntamiento de Valencia. Con 1.173.000 m2, el Jardín del Turia representa el 65% de la superficie de parques urbanos de Valencia.
La encuesta recoge hasta 300 propuestas ciudadanas, que demandan la mejora de los servicios existentes y piden al Ayuntamiento de Valencia más seguridad, mejor iluminación, más fuentes, más terrazas y cafeterías y más zonas de juego. Algunos usuarios lanzan propuestas innovadoras como auditorios al aire libre, cines y piscinas de verano, locales culturales de alquiler, actividades teatrales, aeróbic, una biblioteca para leer al aire libre, ampliación del carril-bici y conciertos gratuitos Los usuarios insisten en los perros y sus propuestas se debaten entre prohibir su entrada o crear más pipicanes. Los usuarios rechazan ideas más aventuradas como un tranvía que recorra los ocho kilómetros del viejo cauce, recuperar la corriente de agua o plantear que el último tramo del río sea navegable hasta el mar. Estas últimas son propuestas que han lanzado expertos como la profesora del Departamento de Urbanismo de la Escuela Superior de Arquitectura,Pilar Insausti, y el prestigioso arquitecto Jean Nouvel.
La encuesta, que se entregó el pasado mes de enero al consistorio, asegura que «las actividades en el JdT son limitadas y existe poca especialización». La actividad del 55% de los usuarios es pasear; un 28% practica deporte; otro 10% engloba a propietarios de perros, personas que van a las terrazas y cafeterías, y usuarios que se dedican a actividades de custodia de niños - lo que el estudio denomina «canguros»-; y finalmente un un 15-18% que utiliza el río como punto de encuentro con su pareja o con los amigos. Sólo un 1% de los usuarios realiza actividades relacionadas con el arte y la cultura (pintura, música, fotografía), lo que evidenciaría que la iniciativa municipal de convertir el jardín en un río de cultura que sirva de nexo entre espacios emblemáticos como el Jardín Botánico, el IVAM, el museo San Pío V, el Palau de la Música, los Viveros y la Ciudad de las Ciencias está lejos de alcanzar sus objetivos. La presencia de «visitantes no residentes resulta anecdótica» en la mayoría de los tramos, exceptuando el de la Ciudad de las Ciencias, donde el 20% de usuarios llegan de fuera de Valencia para visitar alguno de los elementos del complejo (l'Oceanogràfic, el Museo de las Ciencias, y l'Hemisfèric).
Los usuarios del Jardín del Turia se concentran en los tramos Este-centro, en concreto, los tramos de la Alameda, el Palau de la Música, el Gulliver y la Ciudad de las Ciencias que absorben el 60% de los usuarios. El tramo del Parque de Cabecera, donde se está construyendo el nuevo zoo y el parque de atracciones, es el menos usado y sólo un 48% de los encuestados asegura conocerlo, frente a un 87% que conoce el tramo del Palau, sin duda el que más notoriedad tiene.
La apertura hace tres años del área de gestión pública del Parque de Cabecera, donde está el lago navegable y varios quioscos, tiene todavía pocos adeptos quizás por la escasa frondosidad. Y es que las sombras son uno de los elementos más valorados por los encuestados. El entorno del Parque de Cabecera, por otro lado, presenta un problema enquistado en la frontera del Parque de Cabecera con Mislata: el hipermercado de la droga, que genera una fuerte sensación de inseguridad en la zona de Campanar. En definitiva, los usuarios del JdT son residentes de los barrios colindantes a los distintos tramos, especialmente gente joven, con renta media o media-alta y elevados niveles de formación que valoran especialmente la dimensión estética del parque pero que encuentran pocos servicios y actividades concretas.
::: Noticia generada a las 11:24 AM
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