Latrogenio
Coco dejó escrito un notable tratado
acerca de la anorexia de los vampiros en la que nos proporciona las claves
que desvelan el intringulis fisiopatológico de esta conducta que
paradójicamente es un caso de feróz bulimia enmascarada.
Dice Coco, que los vampiros "dejan de sorber sangre durante un tiempo
con la retorcida intención de permitir la regeneración sanguínea
de sus víctimas y así poder satisfacer mas tarde una bulimia
desenfrenada y voraz."
Así fue como decidí embarcarme nuevamente en busca de los
vampiros anoréxicos, viajando por el universo en estado de magma
primordial, que como sabeis es la única forma de traspasar
los límites de la tapa del mundo.
Ahora el planteamiento diagnóstico estaba mucho mas claro e incluso
el planteamiento terapéutico era mas coherente.
Es decir, ahora sabía lo que iba a encontrar, que tenía
que hacer, y a quien tenía que hacerselo que evidentemente son
los tres pilares básicos para la concreción de cualquier
obra, amen claro está de poder echarle el guante a los interfectos.
Para la anorexia existen una infinidad
de tratamientos lo que refleja por un lado una gran facilidad para
establecerlos y por otro la escasa utilidad de los mismos.
Circunstancia que no me preocupaba ya que como he dicho antes no se trataba
de un caso de anorexia sino de bulimia.
Ademas la comunidad científica de cataplynia siente un extraordinario
interés por la vertiente diágnóstica mas que la terapéutica,
influenciada por el hecho de ser la primera mas florida en resultados
que la segunda.
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