Un duro
entrenamiento:
un psicoanálisis de siete años,
unos meses en una cueva
aislado del mundo,
psicotrópicos,
electroshocks.
Todo para conseguir
un acto imposible.
Me contemplo
en el espejo,
cierro los ojos
me mentalizo
me masajeo las sienes
con mis dedos mojados.
Diez
minutos
de control mental
repitiéndome mentalmente:
"lo conseguiré".
Llega
el momento,...
en un primer instante no puedo
me ayudo de mis dedos
introduciéndolos en la comisura de mis labios...
casi lo estoy consiguiendo...
Estoy
sonriendo...
no puedo fingir más
me ha dado un tirón
algún músculo traidor.