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Cuando el padre de la novia se decide a dejar la barra del restaurante y entrar en el comedor los comensales andan ya dándole buena cuenta al ternasco con patatas. Bastante le importa a él: siempre ha odiado los entremeses fríos y los jodidos banquetes de boda. A estas alturas, su bolingazo (borrachera, pedo, ciego, melopea, etc, etc...) es ya considerable. Cuando logra encontrar su mesa -tras varios encontronazos- su señora esposa le lanza una mirada mezcla de "no tienes remedio" y "qué pensarán de ti estos señores"; lo de "estos señores" es por los padres del novio, que son un matrimonio serio y respetable (independientemente de que en la intimidad del dormitorio marital él se disfrace de conejito y ella de vampiresa intratable con látigo incluido). Al padre de la novia se la trae floja sus recién estrenados familiares; y cuando logra que uno de los camareros le sirva una copa de vino, todavía se la traen más floja. Por otro lado las "patatas a lo pobre" están frías y así se lo hace saber al primer camarero que logra coger de la pechera. El jodido banquete le va a costar una pasta y no está dispuesto a que le sirvan la comida fría aun a sabiendas de que no piensa probar bocado. Los convidados comienzan a tomar el postre mientras él reclama -voz en grito- ¡un puto carajillo y una copa de "Soberano"! mientras tres mesas más allá la prima de Zaragoza berrea una jota y unos vecinos de los padres del novio vomitan: "¡hala mañica!". La prima de Zaragoza se envalentona y suelta un gallo digno de banquete de boda. Cuando llega la tarta nupcial
el padre de la novia ha entrado ya en coma profundo y unos familiares
venidos de Almendralejo se prestan a sacarlo fuera "pa que tome el aire".
Los novios posan ante el fotógrafo tomando una espada y haciendo
como que cortan la tarta. Tras tamaña estupidez es un camarero
pelón el que se encarga -espátula en mano- de racionar la
tarta, momento que aprovecha un primo-hermano llegado del pueblo para
coger la dichosa espada y, queriendo hacer una broma, seccionarle la yugular
a la abuela Herminia. La abuela Herminia
parece ahora un aspersor regando de sangre la tarta nupcial. Al fondo,
los más jóvenes, hacen la ola y entonan el "¡oé,
oé, oé...!". Ricardito, de seis años, le pregunta
a su mamá si la tarta es de fresa. En ese momento entra la Tuna
de la Facultad de Medicina: "clavelitos, clavelitos de mi corazónnnn...",
mientras un amigo aprovechado trata de quitarle el liguero a la novia
con el burdo pretexto de sacar pelas. El novio se encara con él
y le suelta un derechazo con la izquierda que deja anonadado al respetable.
La abuela Herminia sigue aspersando y ya le han hecho corro.
-¡Coño!, hubiera jurado que esta fuente no estaba antes... Entretanto el primo-hermano ha dejado caer la espada al suelo y jura y perjura que la abuela Herminia se abalanzó sobre él tratando de endosarle un yugulurazo: -Ya la conocíais... siempre tan bruta... Los Tunos hacen como que la cosa no va con ellos y tratan de apaciguar ánimos al son de: "Asturias, patria querida". El novio, entretanto, le ha cogido gusto a eso de soltar mamporros y directo va, gancho de derechas viene, se está pensando la posibilidad de inscribirse en un gimnasio y lanzarse al asalto del título de los super-water. Su sparring y ex-amigo opina poco porque ha perdido ya mucha sangre. Finalmente salen todos del restaurante y cada cual marcha a sus asuntos: el padre de la novia a ver el Real Madrid-Tomelloso (trofeo veraniego) que retransmite Tele Tomelloso; la novia y sus padres a contratar un abogado matrimonialista; el primo-hermano espadachín decide ponerse en busca y captura; el novio se acerca al video-club para alquilar "Rocky I, II, III y IV"; a la abuela Herminia la acompañan al depósito de cadáveres; a su marido le acompañan en el sentimiento; un par de camareros se van a la Oficina de Desempleo; el amigo aprovechado -liguero en mano- decide hacer una visita a la planta de Contusionados Múltiples del hospital "Pero qué te han hecho..."; Ricardito se va a acostar caliente hoy porque se ha metido varias raciones de tarta en los bolsillos y su madre aprovecha para cruzarle la cara; los Tunos de Medicina han decidido montar "Tunos sin Fronteras" y largarse a animar enlaces en la India. Y es que no hay nada más bonito que un convite de boda.
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